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Un peso de aumento para arrancar la flotación

El dólar escaló a 40,53 pesos después de los anuncios del FMI y el Banco Central
La reacción del mercado cambiario al acuerdo con el Fondo Monetario que impide al Banco Central liquidar reservas cuando el dólar cotice por debajo de 44 pesos fue un aumento de la demanda. Frente a la escalada, el BCRA vendió dólares a futuro para evitar una suba mayor.
A pesar de que no intervino vendiendo dólares al contado, las reservas del Banco Central bajaron 18 millones, hasta los 49.551 millones.
A pesar de que no intervino vendiendo dólares al contado, las reservas del Banco Central bajaron 18 millones, hasta los 49.551 millones. 
Imagen: Bernardino Avila
Luego de conocerse el limitado margen de maniobra que tendrá el Banco Central para detener eventuales corridas cambiarias, el precio del dólar dio un previsible salto hasta cerrar en 40,53 pesos, con un alza de 1,08 pesos respecto del día anterior. El flamante titular del Central, Guido Sandleris, confirmó anteayer que desde el lunes establecerá una “zona de no intervención” entre los 34 y 44 pesos. En caso de superar esa marca podrá vender hasta 150 millones de dólares por día, pese a que en el peor momento de la corrida de este año la autoridad monetaria llegó a vender hasta 1500 millones en un día para contener la demanda. Ayer el Central volvió a ofrecer cobertura en el mercado de dólar futuro, con el objetivo de establecer una pauta de devaluación, la cual ya queda implícita en la actualización de 3 por ciento mensual que realizará sobre la banda de flotación. La apreciación de la divisa se activó desde temprano, con una demanda que promete ir acercando el precio al límite superior de 44 pesos establecido por el BCRA. En ese segmento donde se canalizan operaciones de más de un millón de dólares el billete aumentó 1,19 pesos hasta los 39,70 pesos. Las reservas se redujeron en 18 millones de dólares hasta 49.551 millones.
Independientemente del sesgo recesivo del programa monetario que anunció Sandleris, producto del nuevo acuerdo con el FMI, su aplicación requiere de un nivel de credibilidad que el Gobierno no tiene. En este nuevo esquema de devaluaciones preanunciadas, al menos de 3 por ciento mensual hasta fin de año, y la promesa de una zona de libre flotación, es necesario que no haya nuevos episodios de stress financiero o corridas que lo lleven por encima de los 44 pesos este mes, o más de 48 a fin de año. En abril, cuando el desaguisado económico del macrismo era inocultable y se inició la primera corrida fuerte contra el peso, el Central, en ese momento a cargo de Federico Sturzenegger, llegó a vender en los últimos tres días 3706 millones de dólares (1471 millones el 25 de abril, 853 millones el 26 y 1382 millones el 27). En ese lapso el dólar se mantuvo en promedio a 20,50 pesos.
En el esquema anunciado, el Central sólo tiene autorización de Christine Lagarde (titular del Fondo) para vender 150 millones de dólares por encima del techo. “Gravísimo el límite de intervención diaria al Banco Central en un clima de desconfianza y déficits. Faltan dólares, hay incertidumbre y se limita la capacidad de estabilizar el mercado”, opinó el ex titular del BCRA Alejandro Vanoli. La previsión de un rango de libre flotación es también una invitación a que, en el actual contexto de fuerte demanda de divisas, se ubique al menos en niveles cercanos al techo y el Central se vea obligado a ir corrigiendo con pequeñas intervenciones que, de alcanzar a compensar la oferta privada, representarán más pérdida de reservas sin efecto concreto en el tipo de cambio. 
Ayer la demanda de dólares en el mayorista se impuso desde la primera hora de operaciones. Ya a las 10.45 el precio había subido 65 centavos a 39,35 pesos. “Con tendencia alcista hasta media jornada, con poco volumen negociado (364,6 millones), sobre el cierre predominaron las compras llevando al dólar a valores de 39,735”, detalló el MAE. Finalmente cerró a 39,70 pesos, con un aumento de 3,1 por ciento. Al público la suba fue de 2,7 por ciento hasta los 39,45 pesos, aunque durante el día varias entidades (Galicia, Supervielle, Patagonia, entre otras) lo ofrecieron por encima de los 41 pesos.  
La única herramienta que volvió a utilizar el Central fue vender dólar futuro por debajo de la cotización que espera el mercado, un mecanismo muy criticado y hasta judicializado por integrantes del Gobierno. La presencia del Central se hizo notar en los contratos con vencimientos más cercanos, donde se acumularon 400 millones de los 615 millones de dólares transados en el mercado de futuros rosarino, Rofex (181 millones a fin de septiembre y a 219 millones al cierre de octubre). De todos modos, los valores nominales del dólar para la mayoría de los contratos se ajustaron al alza entre 2,3 y 3,9 por ciento. Para fin de septiembre se pactó a 39,40 pesos, para el último día de octubre a 41,45, noviembre a 42,95 y para fin de este año a 44,45 pesos. El plazo más extenso negociado en el Rofex fue agosto del año próximo, plazo para el cual se acordó un tipo de cambio de 54 pesos por billete verde. La otra herramienta que le queda al Central es contraer la base monetaria en términos reales –su variación la fijó en cero hasta junio próximo–, con lo cual se incrementarán las tasas de interés (precio del dinero), lo que congelará el consumo, cortará la cadena de pagos y desactivará planes de inversión. Ayer la tasa de préstamos interbancarios se operó a un promedio del 56 por ciento anual.

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