Salario mínimo: suba del 35% en siete cuotas

 

El Consejo del Salario Mínimo resolvió un aumento del 9% a partir de abril, seguido por subas mensuales sucesivas hasta agosto. En septiembre habrá una revisión antes de las dos últimas alzas, previstas para noviembre y febrero próximos.​​​​​​​

Claudio Moroni, ministro de Trabajo, durante la sesión virtual del Consejo.

El salario mínimo va a aumentar un 35 por ciento dividido en siete cuotas, acordó este martes el Consejo del Salario Mínimo que reúne a autoridades de gobierno y representantes del sector empresarial y sindical. Así, pasa de los 21.600 pesos actuales a 29.160 pesos aunque recién en febrero del año que viene, cuando se termine de pagar el último tramo. El aumento está muy por debajo de las pretensiones de las centrales obreras, aunque se definió una cláusula de revisión en septiembre para “evaluar la evolución de la situación”. El acuerdo obtuvo 31 votos afirmativos y una abstención.

La distribución de las cuotas es la siguiente: 9 por ciento en abril, 4 por ciento en mayo, 4 en junio, 3 en julio, 5 en agosto, 5 en noviembre y 5 por ciento en febrero. La última actualización del salario mínimo se había acordado en octubre pasado, a partir de tres cuotas que ubicaron el sueldo básico en 18.900 pesos en octubre, 20.588 pesos en diciembre y hasta los 21.600 pesos actuales. La reunión del Consejo del Salario Mínimo del año pasado había sido una novedad política luego de varios años con resoluciones unilaterales por parte del gobierno de Mauricio Macri.

La suba acordada está lejos de las pretensiones que venían deslizando las centrales obreras. La CGT proponía un aumento en dos tramos del orden 40 por ciento para que el sueldo mínimo quede en unos 30 mil pesos. En una línea parecida se manifestó públicamente el titular de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, con un 40 por ciento “para empezar a hablar”. El Consejo del Salario mínimo, liderado por el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, juntó virtualmente a referentes de la CGT como Héctor Daer, Carlos Acuña, Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez, José Luis Lingeri, Roberto Fernández, Víctor Santa María y Antonio Caló; Hugo Yasky de la CTA de los Trabajadores y representantes empresariales como Miguel Acevedo y Daniel Funes de Rioja (UIA) junto a cámaras comercio, gastronómica, bancarias y rurales.

A diferencia de los aumentos salariales que alcanzan los sindicatos, la actualización del salario mínimo tiene un impacto directo limitado. Se trata en realidad de una herramienta para que los asalariados más vulnerables mejoren sus ingresos. Ese universo está compuesto por personas con bajo nivel de calificación, jóvenes que acceden al primer empleo o trabajadores en actividades en las que la participación sindical es inexistente o muy débil.

Deterioro crónico

Según las últimas estimaciones del Centro CIFRA, que depende de la CTA de los Trabajadores, “en marzo de 2021 el poder adquisitivo del salario mínimo vital y móvil se ubica 37,5 por ciento por debajo del nivel de 2015. Para volver dicho nivel, el salario mínimo tendría que saltar a 35 mil pesos, lo que representaría casi un 70 por ciento de aumento”.

La curva del salario mínimo, vital y móvil en los últimos casi veinte años es relativamente similar a la evolución de la situación del poder adquisitivo del salario en general. Desde 2003 hasta 2011 se verificó un intenso crecimiento, al punto que el poder adquisitivo del salario mínimo en 2011 fue más del doble en relación con el nivel del 2001. Entre 2011 y 2015, cuando la economía ingresó en una fase de más alta inflación y relativo estancamiento, su capacidad de compra se redujo al 8,4 por ciento

La situación del salario mínimo empeoró notablemente desde la asunción de Mauricio Macri. La baja acumulada de ese período en términos de poder de compra es del 25,1 por ciento, calcula el CIFRA. En 2020 se definieron incrementos salariales por decreto de 3 mil y mil pesos en enero y febrero, respectivamente, aunque no se modificó el salario mínimo hasta octubre. En ese momento se acordó una suba del 28 por ciento en tres tramos. Con todo, en 2020 se produjo una caída de poder adquisitivo adicional respecto al año previo del 10 por ciento en el promedio del año. Así, se completan cinco años consecutivos de caída.

Al  día de hoy, el salario mínimo está 37,5 por ciento por debajo de su nivel de 2015. En la relación con la canasta básica de pobreza para una familia compuesta por dos adultos y dos menores, en 2015 el salario mínimo cubría un 60,7 por ciento mientras que ahora apenas un 35,5 por ciento. De hecho, el salario mínimo ni siquiera cubre la canasta alimentaria para ese hogar, de 25.685 pesos, que define la indigencia. La recomposición del 35 por ciento en siete cuotas acordada este martes vuelve a estar por debajo de las estimaciones de inflación que realiza el sector privado para el año, aunque habrá que ver el rol de la cláusula revisión en septiembre.

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