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Una explicación revulsiva

El secretario de Política Criminal provincial y la muerte de dos policías
Francisco Pont Vergés, de Política Criminal, sostuvo que los crímenes de las dos mujeres policías formaban parte de “rachas estacionales” propias “del delito”. El comentario desató fuertes críticas. Detuvieron a dos sospechosos.
Francisco Pont Vergés, responsable de la Política Criminal provincial.
Francisco Pont Vergés, responsable de la Política Criminal provincial. 
El crimen de la policía bonaerense Lourdes Espíndola, baleada en Ituzaingó el sábado pasado, derivó en un escándalo político luego de que el secretario de Política Criminal provincial, Francisco Pont Vergés, sostuviera que los crímenes de policías son parte de “rachas estacionales” propias “del delito”. “Las autoridades no nos escuchan, nadie nos escucha”, había cuestionado el marido de la agente cuando ya se encontraba en estado de muerte cerebral. Anoche, a última hora, fuentes de la Bonaerense informaron que había sido detenido uno de los presuntos autores del crimen.
La particular reflexión de Pont Vergés surgió cuando, durante una entrevista radial, fue consultado acerca de los motivos por los cuales ocurrieron casos como el de Espíndola. De hecho, el mismo sábado hubo otra mujer policía baleada y muerta en Almirante Brown, Tamara Martínez, de 26 años.
“No podría decir que hay un motivo único (por el cual ocurrieron esos hechos). Es multicausal. Son también como rachas”, dijo el funcionario, quien luego, y por si quedaban dudas, reforzó: “El delito tiene esas cosas de rachas estacionales, de varios hechos que impactan en la sociedad”.
Luego, el funcionario remarcó que “hasta anoche no había testigos” directos del momento en que Espíndola, de 25 años, fue abordada por quien o quienes le dispararon. Agregó que por ello se está buscando información en cámaras de seguridad de la zona. Además, aseguró no tener el número exacto de policías asesinados durante este año. Eso sí, explicó que ese dato “es variable” y admitió que “este año desgraciadamente se han repetido con bastante frecuencia”.
Quien desde ayer salió a criticar el rol de la administración provincial fue Fernando Altamirano, el esposo de la policía baleada en Ituzaingó. El titular de la Bonaerense, Fabián Perroni, fue a visitarlo y lo instó a no criticar a la fuerza y comportarse “como un hombrecito”.
“Le dije ‘¿así es como usted cuida a su personal?’ Y él saltó prepotente diciéndome ‘qué te pasa pibe’. Después yo me acerqué para pedirle disculpas por haberle hablado así, le quise entregar mi credencial y no me la quiso agarrar. Se acercó y me dijo. ‘Comportate como un hombrecito’”, relató.
Más tarde, Perroni admitió parte de ese diálogo. “Hablé con él y me pidió disculpas por lo que dijo. Le comenté que en este momento se debe portar como verdadero hombre, que esté con su esposa y sus hijos, y que esos comentarios no ayudan”, dijo en entrevista radial.
“Las autoridades no nos escuchan, nadie nos escucha”, dijo el agente Altamirano entre llantos y añadió: “Nos prometieron algo y no lo cumplieron”. También pidió que quien le disparó a su esposa sea capturado, “que me diga por qué hizo eso”.
Anoche, la Bonaerense informó que detuvo a uno de los presuntos autores materiales del crimen de Lourdes Espíndola, un hombre de 37 años.
El sujeto fue aprehendido en la localidad de Ituzaingó. La captura se dio tras una investigación que incluyó testigos y cámaras de seguridad. Se siguieron los pasos del sospechoso, según informaron las fuentes de la Bonaerense, a partir de los lugares que solía frecuentar. El detenido ya había sido detenido en noviembre de 2017 por portación ilegal de arma de guerra radicada en una causa que sigue la UFI N° 1 de Ituzaingó, a cargo del Juzgado de Garantías N° 1 de Morón.
Lourdes Espíndola, de 25 años, fue baleada el último sábado cuando esperaba un colectivo en la avenida Quintana y colectora del Acceso Oeste, cuando finalizaba su función como custodia en el peaje de la autopista, en Ituzaingó. En ese momento dos motociclistas la atacaron, y Espíndola recibió un disparo entre la clavícula izquierda y la tráquea, que le cercenó la carótida. Los asaltantes le robaron el arma. Espíndola fue trasladada inmediatamente al Hospital Posadas. Poco después, en un comunicado, el Ministerio de Salud de la Nación informaba la muerte cerebral de la joven.
El mismo sábado, un joven de 18 años ingresó a la casa de Tamara Ramírez, también policía, en Glew, partido de Almirante Brown, y asesinó a la mujer e hirió a su pareja y luego fue capturado.
El joven detenido entró a la vivienda en Los Patos y Aconcagua, donde se encontró con que en el lugar vivían tres policías: los dueños del hogar, Tamara Ramírez (26) y Mariano Albornoz (24), ambos de uniformados de Almirante Brown, y se encontraban junto al padre de la mujer, el teniente primero de la policía bonaerense Serafín Ramírez.
El joven con el teniente en la zona del comedor, y cuando la pareja salió en su ayuda el delincuente disparó varias veces y mató en el acto a la mujer. Además, hirió a Albornoz en la pierna. El asaltante escapó. En la casa dejó la pistola calibre 32 que usó para el crimen, pero se llevó las dos armas reglamentarias de la víctima mortal y de su padre.
Finalmente, la Bonaerense rastrilló la zona hasta que lograron atrapar al presunto delincuente. A cargo de la investigación se encuentra el fiscal 3 de Lomas de Zamora, Gerardo Loureyro.

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