Peligro en el agua: descubren células cancerígenas en el mar

Un estudio publicado en la revista Nature descubrió la existencia de tres tipos diferentes de moluscos con “cánceres infecciosos”. El debate sobre la posibilidad de contagio de la enfermedad

Hace algunos años aparecía como una posibilidad remota. La comunidad científica lo instalaba dentro del marco de los imposibles. La idea de algún tipo de contagio del cáncer estaba descartada. Sin embargo, nuevas investigaciones volvieron a instalar el debate y a disparar la alarma.
La última advertencia fue una investigación del centro médico de la Universidad de Columbia, en la que se lograron detectar diversas células cancerígenas en el agua del mar que podrían ser infecciosas para el ser humano.
El informe, publicado en la prestigiosa revista Nature, reveló la aparición de un cáncer infeccioso en tres tipos de moluscos. Se tratan de unas variedades de mejillones, berberechos y almejas ubicados en las costas de Canadá y España.
En principio, no se encontró una relación directa entre esas células dañinas y un posible "contagio" de las personas. De todos modos, esa nueva vinculación será estudiada en el futuro en detalle.
Así y todo, lo que más sorprendió a los investigadores fue que las células encontradas en los moluscos pertenecían a otra especie diferente. El problema es que no pudo encontrarse resto alguno de esas especies en cuestión.
"Los resultados indicaron que la transmisión de las células cancerígenas contagiosas es un fenómeno generalizado en el medio marino, con múltiples linajes independientes en desarrollo en muchísimas especies", afirmó Stephen Goff, uno de los líderes del estudio.
Un nuevo panorama

Hasta hace unas décadas, casi ni se consideraba la posibilidad de que el cáncer pudiera ser contagioso. Sin embargo, en los últimos años aparecieron evidencias de casos en otros representantes del reino animal. Algunos tumores pueden ser transmitidos vía sexual entre perros, mientras que en 2010, el 80% de la población del popularmente llamado demonio de Tazmania se infectó de un cáncer parasitario transmitido por las mordidas.
"Es sorprendente la habilidad de estos tumores para adquirir nuevos fenotipos, que permitan su propia supervivencia y propagación", agregó Goff.
El siguiente paso de los especialistas es tratar de detectar el origen de las células dañinas y analizar la posibilidad de que el cáncer infeccioso pueda contagiarse a una tercera especie. Normalmente, los tumores aparecen en los propios tejidos del organismo, por lo que al sistema inmune se le dificulta poder combatirlo. En el caso de células cancerígenas externas, se cree que, si las defensas inmunes funcionan correctamente, el cuerpo no tendrá demasiados problemas en eliminar a ese agente desconocido.
El caso de los moluscos es particular: al tener un sistema inmune primitivo, quedan expuestos de manera directa a cualquier infección tumoral.
"Hasta ahora, uno se debería preocupar sólo si fuera un molusco. Sin embargo, no deja de ser una alerta y un mensaje para todos: los cánceres infecciosos sí existen y habrá que prestarles atención desde la primera hora", definió Goff.
Fuente: www.infobae.com

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