Ir al contenido principal

El abogado que mató a un cerrajero aseguró que los delincuentes le gatillaron

SILVIO GUILLERMO MARTINERO JUSTIFICÓ, EN LA INDAGATORIA, QUE SUS 
DISPAROS FUERON LUEGO DE QUE LOS LADRONES LE PUSIERON UN ARMA 
PRIMERO “EN EL CUELLO” Y LUEGO “EN EL PECHO” Y QUE LE “GATILLARON 
SIN QUE SALIERA LA BALA”.
El abogado Silvio Guillermo Martinero, quien mató de un tiro a un cerrajero inocente cuando disparó contra los motochorros que acababan de robarle una mochila con dinero en el microcentro porteño, justificó sus disparos al asegurar que le pusieron un arma primero “en el cuello” y luego “en el pecho” y que le “gatillaron sin que saliera la bala”.
Al ser indagado durante más de dos horas por el juez de instrucción Luis Zelaya, Martinero (45) también dijo que disparó por instinto porque era su vida o la de los delincuentes, que está arrepentido del hecho y hasta lloró ante el magistrado.
En tanto, la esposa de Martinero, la escribana María Laura Rubio, acompañó esta mañana a su esposo en los momentos previos a la indagatoria y, luego, ante la prensa, dijo que se trató de "un caso fortuito", que "hay dos familias destruidas" y que tanto su marido como ella están "muy angustiados".
Voceros judiciales indicaron que Martinero explicó que el asalto en el que le arrebataron una mochila se dio cuando estaba caminando a la altura de un comercio y estaba por ingresar a aquel edificio donde tiene una oficina.
“Primero me pusieron un arma en el cuello y después sentí el arma en el pecho”, dijo Martinero ante el magistrado, a quien también le explicó que temió por su vida y que pretendió "disuadir".
Según las fuentes judiciales consultadas por Télam, el abogado tirador agregó que creía que el delincuente que lo encañonó había llegado a gatillarle pero sin que saliera la bala y que, ante ese cuadro, decidió extraer su pistola marca Glock calibre .40 y efectuar los disparos.
Tal como había adelantado ayer su abogado defensor, Leonardo Rombolá, quien estuvo asistiendo al imputado en la indagatoria, la estrategia de Martinero, que también es penalista, fue describir un cuadro en el que actuó en legítima defensa y que la muerte del cerrajero uruguayo inocente, Daniel De Negri (56), si se produjo por alguno de sus disparos, fue un accidente.
Durante la indagatoria, el juez le hizo dibujar a Martinero un croquis de la secuencia del hecho, para luego poder contrastarla con los videos que obtenga de las cámaras de seguridad, y le exhibió, luego, las imágenes de la cámara de la agencia de turismo Pasamar S.A. que se conoció a través de los medios.
Ahora el juez Zelaya espera el resultado de las pericias balísticas y le tomará declaración testimonial a una serie de testigos que pueden llegar a aclarar las circunstancias de cómo fue el asalto y los posteriores disparos.
En principio, los peritos ya le entregaron al magistrado un primer informe en el que aseguraron que se hallaron cinco vainas servidas del calibre .40 y que De Negri cayó muerto a 48 metros del lugar donde ocurrió se efectuaron los disparos.
En tanto, Zelaya quiere saber si los delincuentes estaban armados, si ellos llegaron a disparar alguna otra arma de fuego o si el único que tiró fue Martinero.
Una fuente de la investigación reveló hoy a Télam que los detectives de la comisaría 1ra. de la Policía Federal que trabajan en el caso hoy llevaron al despacho del juez en un CD a sobre cerrado el video de la cámara de seguridad del hall del edificio de San Martín 551 al que ingresaba el abogado asaltado y que pudo captar la secuencia del arrebato.
“Por lo que contaron los que ya lo vieron, el video podría complicar al abogado, ya que aparentemente sólo se advierte que el ladrón le saca la mochila sin que se le vea ningún arma, sale corriendo y detrás Martinero empieza a los balazos”, dijo a Télam un jefe policial.
El penalista, vinculado a "cuevas financieras” y además mencionado en causas resonantes como el triple crimen de General Rodríguez -por haber sido abogado de Sebastián Forza-, y la mafia de los medicamentos, por el momento permanecerá detenido.
Su defensor, el abogado Rombolá, todavía no había presentado ningún pedido de excarcelación.
Si bien la carátula recién se definirá en caso de que el juez lo procese, según fuentes judiciales, Zelaya evalúa imputarle a Martinero el delito de homicidio simple con dolo eventual.
El magistrado entiende que ayer, al disparar su pistola Glock calibre .40 de la forma en la que lo hizo en plena calle San Martín al 500 contra los dos ladrones que huyeron en moto con su bolso, debió representarse la posibilidad de balear a un inocente, como ocurrió con el cerrajero De Negri, y no hizo nada para evitarlo.
Con esta calificación, en el caso de que en un futuro juicio oral sea considerado culpable, Martinero podría ser condenado a una pena de entre 8 y 25 años de prisión.
El juez también le imputará una portación ilegal de arma de fuego, ya que sus credenciales como legítimo usuario y portador de armas de fuego están vencidas desde 2012, confiaron voceros judiciales.
Martinero pasó la noche alojado en la alcaidía del subsuelo del Palacio de Tribunales, la Unidad 28 del Servicio Penitenciario Federal (SPF), a las 10.30 ya se encontraba en el juzgado realizando la entrevista previa con su defensor y al mediodía se inició la indagatoria que duró unas dos horas.
El hecho ocurrió ayer a las 9.26 de la mañana cuando Martinero llegaba a sus oficinas de la calle San Martín 551, entre Tucumán y Lavalle, pleno microcentro porteño, y fue abordado en el hall de entrada por un delincuente que le arrebató una mochila donde aparentemente llevaba 50.000 dólares y documentos.

Comentarios

LO MÁS BUSCADO

¿La erección prolongada o "priapismo", una nueva complicación del coronavirus?

La nueva era comienza

MAYANS: “LA INVERSIÓN PÚBLICA SERÁ MUY IMPORTANTE PARA MOVILIZAR LAS ECONOMÍAS DE LAS DISTINTAS PROVINCIAS”