Las garantías de la sucesión

TERCER MILENIO
Se transita un año electoral y a partir de lo que se observa y escucha nada varió lo suficiente respecto a otros tiempos con la diferencia de que la oposición dejó de lado la generación de propuestas ingeniosas para convertirse en exégeta de los mensajes oficiales o llamarse a silencio ante hechos delicados que afectan la paz social como está aconteciendo con los repetidos y al parecer permanentes, cortes de rutas.

Por: Justo L. Urbieta

De lo que se trata, nuevamente, es la opción por el modelo propuesto en diciembre de 1995 por el peronista Gildo Insfrán –revalidado por el voto popular reiteradamente– o por lo que surge de sus adversos que en los últimos comicios generales tuvo como personalidad visible al cura Francisco Nazar que ha vuelto a retomar los hábitos, sin abandonar sus costumbres, según quienes lo conocen.

Ello se ha dado de tal manera que los hechos que acontecieron en el Extremo Oeste –y de cuya gravedad solamente pueden dar fe quienes viven o trabajan allí– tiene aromas a un estilo casi idéntico lo que llevó al defensor del Pueblo, Leonardo Gialluca, a entrevistarse con el obispo Conejero quien, al parecer, se mostró preocupado por la actitud de quienes asumen comportamientos que dañan a otros componentes de la comunidad.

Aquí aparecen los que consideran que el jefe de la iglesia formoseña no estaba al tanto de las cosas que pasaban y de los protagonistas de los hechos –ya que si hubiese sido del modo contrario se descontaría su mediación espontánea como lo sugiere el Papa Francisco en cada una de sus apelaciones– o que Gialluca quiso asumir el riesgo de presentarse absolutamente ingenuo.

El gobernador Insfrán ya había avisado que estaban al acecho quienes comenzarían a “calentar la calle”, una situación extremadamente peligrosa porque más allá de los orígenes de los reclamos nadie puede, desde los niveles institucionales por lo menos, permitir que se ponga en vilo a toda una población o que se impida, por ejemplo, que se impida el paso de una ambulancia con los antecedentes gravísimos que existen en la materia.

Están los que en función de sus ideologías esgrimieron críticas por la inquietud generada entre las compañías petroleras ante la invasión de sus dominios y el riesgo que significaba que personas carentes de idoneidad para manipular las peligrosas válvulas y piezas clave de las plantas en Ramón Lista, ingresaran a la mayoría de las instalaciones de Pluspetrol y Gran Terra Energy cuyos directivos ya estarán haciendo cuenta de las pérdidas millonarias en dólares que han tenido peor, además, lo que no ingresará en concepto de regalías a la provincia y que disminuirá el destino social de esos recursos.

Ante ese cuadro delicado, ni una sola voz de la oposición se levantó para opinar, siquiera, si estaban a favor o en contra de los delicados sucesos.

Estaba en juego la vida y los bienes de la población lugareña y, además, la protección del medio ambiente.

En conocimiento acerca del supuesto origen de estas movilizaciones –que no se redujeron a Ramón Lista y que, se conjetura, se repetirían  mientras se aproximan las elecciones de agosto y octubre próximos– Insfrán convocó a desacreditar a quienes apelan a la violencia y los agravios y adherir a quienes, como Francisco, priorizan el diálogo y el amor entre los hombres para dirimir las cuestiones.

Pero además de referirse a los que están generando complicaciones –que nadie sabe en qué pueden terminar– mantuvo su costumbre de seguir inaugurando obras que fueron agradecidas por la comunidad por lo que interpretó que percibir esa reacción y ante el resultado a la vista, consideraba que el deber estaba cumplido.

Ese concepto fue una llamada de atención para propios y extraños, sobre todo cuando trascartón negó que haya aspirado a una eternización en el poder y al mismo tiempo se mostró complacido que la sucesión estuviese garantizada.

A partir de ese momento comenzaron las conjeturas respecto a lo que hará Insfrán en 2015 y surgieron, sin solución de continuidad, una cantidad apreciable de nombres y apellidos que, según el gusto de cada cual, era el pronosticado como el encargado de tomar, virtualmente, la posta.

La primera reacción concreta surgió del radicalismo que elaboró una nota solicitando que se iniciase un proceso para eliminar la cláusula constitucional de la reelección indefinida.

Es probable que además, en lo interno, se hayan comenzado a seleccionar nombres ya que en los comicios últimos le cedieron esa responsabilidad al cura Nazar en quien vieron a un nuevo Joaquín Piña, aunque se repitió aquello de que la mejor verdad es la realidad con un resultado extremadamente adverso.

Y esa realidad permitió que lo que dijo Insfrán en San Agustín tuviese su correlato en el barrio Facundo Quiroga donde representantes de la juventud y sobre todo del mundo femenino que hablaron en ocasión del operativo Por nuestra gente, todo, afirmaron que asumían la responsabilidad de ser garantes del modelo de desarrollo e inclusión social que pergeñado por formoseños nació casi a finales de 1995.

Increíblemente, hay una generación de profesionales y militantes jóvenes –no todos necesariamente justicialistas– que no sólo se entusiasmaron con esta hoja de ruta novedosa propuesta por Insfrán que está dispuesta a defender los logros y profundizarlos en el tiempo –en una suerte de apropiación del proyecto– sino también encargarse de ocupar roles centrales en el campo de la política que nada tienen que ver con las pretensiones de determinados dirigentes sobrepasados por el tiempo biológico.

Pero del dicho al hecho hay un largo trecho y el camino se hace al andar, por lo cual en agosto y octubre de este año se podrá apreciar si esa enjundia juvenil tiene sustento o deberá aguardar un poco más para la asunción de responsabilidades y la ocupación de espacios que hasta no hace mucho contemplaban a la distancia.